Floria Tosca, Mario Cavaradossi y el Barón Vitellio Scarpia
En este último post sobre la ópera Tosca, vamos a analizar los tres personajes principales de esta obra. Lo haremos con la descripción musical que Puccini nos entregó de cada uno de ellos en el Aria principal que compuso para cada uno. Y con la ayuda de la LR de YouTube que hemos preparado e incluido al final del post.
Floria Tosca
Es la soprano italiana de éxito, que canta para la Reina, y que es querida y admirada por todo el mundo.
Victorien Sardou, en la obra de teatro La Tosca, le crea un pasado: huérfana de Verona, cuidaba ovejas en las colinas hasta que fue acogida y estudió con las monjas benedictinas, donde sobresalió enseguida por sus dotes para el canto, que estudió con el organista del convento y más tarde, a los 16 años, nada menos que con Domenico Cimarrosa, que insiste en que debe pasar al teatro. Así, se plantea si Floria debe seguir el camino religioso o puede cantar para el público en general. Sardou deja la decisión en manos del Papa, que, tras escucharla cantar, decide que su canto es otra forma de alabar a Dios y que no puede privarse al público de esa gracia. Debuta 4 años más tarde en el San Carlo de Nápoles en el papel protagonista de Nina de Paisiello. Luego sigue con éxito en La Scala y La Fenice.
De acuerdo a Sardou, cuando Cavaradossi conoce a Floria Tosca ella está cantando en el Teatro Argentina de Roma y tiene un contrato para la siguiente temporada en La Fenice de Venecia, a donde los enamorados van a trasladarse.
Es un papel para soprano lírica o lírico- spinto, que requiere una voz flexible y una considerable personalidad escénica. La tesitura se mueve entre el Do3 y el Do5, pero predomina la tesitura aguda.
Ha habido grandísimas Toscas en la historia, aparte de que muchas otras sopranos han cantado algunas de sus Arias, en particular Vissi d’arte. Entre las grandes debemos citar:
Emma Calvé, Gina Cigna, Maria Caniglia, Eva Turner, Claudia Muzio, Maria Jeritza, Lotte Lheman, Eva Marton, Anna Moffo, Magda Olivero, Maria Callas, Leontyne Price, Mirella Freni, Ángela Gheorghiu
Hemos caracterizado a Floria Tosca con el Aria Vissi d’arte, a mitad del Segundo Acto, de la que ya hemos hablado con anterioridad. Es un momento de introspección en el que ella, que siempre ha sido muy buena persona y ha ayudado a todo el mundo, se pregunta qué está pasando y por qué recibe esta «recompensa» cuando Scarpia le plantea lo que quiere a cambio para salvar a Cavaradossi. El aria termina así:
Nell’ora del dolore, perché, / perché Signore, perché / me ne rimuneri così?
En la hora del dolor, ¿por qué, por qué Señor, por qué, me remuneras así?
En nuestra LR hemos incluido la interpretación del Aria por las 12 maravillosas sopranos siguientes:
- Rosa Ponselle
- Maria Callas
- Renata Tebaldi
- Birgitt Nilsson
- Mirella Freni
- Montserrat Caballé
- Leontyne Price
- Kiri te Kanawa
- Karita Mattila
- Angela Gheorghiu
- Renée Fleming
- Anja Harteros
Mario Cavaradossi
Es un liberal y un artista, un pintor. Aunque es romano, se le considera francés o afrancesado, su madre es francesa, y un «volteriano». Está enamorado de Floria Tosca y su amor es correspondido.
Sardou también inventó un pasado para Cavaradossi: desciende de una antigua familia romana, propietaria de un Palazzo en la Piazza di Spagna, así como lo fue, en otro tiempo, de la Villa en la que ahora está viviendo (alquilado) y donde esconderá a Angelotti. Nació en Francia, donde su padre vivió y fue amigo de Diderot y de d’Alembert, y donde se casó con una francesa, la madre de Mario, sobrina-nieta del filósofo francés Helvétius. Mario estudió arte en París, habiendo sido alumno nada menos que de Jacques-Louis David, el pintor del Directorio y de Napoleón.
Mario Cavaradossi vino a Roma a principios del año 1800 para arreglar algunos asuntos de su padre. Conoció a Floria Tosca y fue un flechazo. Ha prolongado su estancia, para estar con su amada, y planean marchar a Venecia en la temporada próxima. Dado que en el ambiente de 1800 sus tendencias librepensadoras (y su bigote, pues lleva bigote al estilo francés) no gustan a la sociedad realista romana, ha ofrecido pintar un cuadro gratuitamente en la Iglesia de Sant’Andrea. En eso está cuando comienza la obra.
Es un papel para tenor lírico. Debe poder graduar la emisión hasta el pianissimo y tener dotes de actor. Su tesitura oscila entre Re2 y Si3.
El Aria que lo caracteriza es la muy conocida E lucevan le stelle, fusión de una lectura de versos, que ha escrito como despedida de Floria, y explosión emotiva. Comienza con un Recitativo acompañado de un bellísimo sólo de clarinete. Se producen a continuación crescendos dinámicos y orquestales, obteniéndose una simbiosis de sensualidad, nostalgia y desesperación. Y es que, aunque este aria se ha denominado el adiós a la vida, la verdad es que es un canto a la vida, Cavaradossi comienza recordando los buenos momentos en el huerto de la Villa, las caricias, y acaba desesperado por tener que dejar de vivir:
L’ora è fuggita …. / E muoio disperato! / E non ho amato mai tanto la vita!
El tiempo se acaba ….. / ¡Muero desesperado! / ¡Y jamás he amado tanto la vida!
En la LR podemos escuchar el Aria en la voz de 9 magníficos tenores:
- Enrico Carusso
- Tito Schipa
- Beniamino Gigli
- Miguel Fleta
- Franco Corelli
- Jussi Björling
- Jaume Aragall
- Luciano Pavarotti
- Plácido Domingo
A esta lista hay que añadir otra serie de grandes Cavaradossi, entre los que no debemos dejar de nombrar a:
Mario del Monaco, Giuseppe di Steffano, Carlo Bergonzi, Franco Bonisolli, José Carreras, Roberto Alagna, Jonas Kaufmann
Barón Vitellio Scarpia
Es el malvado Jefe de la Policia Romana y acreditado Realista. Según Sardou, y según el pasado que le creó a su personaje, el Barón Scarpia procede de Sicilia, donde era famoso por su crueldad y falta de escrúpulos. De Sicilia pasó a Nápoles y de allí a Roma, cuando el reino de Nápoles tomó el control de la República Romana en 1799. Su crueldad, falta de escrúpulos y deseos licenciosos los envuelve con una apariencia escrupulosamente cuidada y una religiosidad hipócrita.
Además, es famoso por su venalidad y su lascivia. En la obra de teatro, Angelotti le cuenta a Cavaradossi que no hay ninguna mujer que pueda considerarse a salvo de Scarpia en Roma. De hecho, ya lo había pretendido con la marquesa de Attavanti, la hermana de Angelotti, a la que intentó forzar. Es un hombre odiado y temido.
Para este papel se requiere un Barítono o Bajo-barítono con personalidad y voz poderosa, y que debe ser un buen actor. La tesitura va desde Si bemol 1 al Sol bemol 3.
El Aria que caracteriza a Scarpia es la última del 1er. Acto: Tre sbirri, una carrozza, ….. Palazzo Farnese. El tempo del Aria está anotado por Puccini como Largo apocalíptico sostenuto molto, y es un Aria originalísima. Mediante una música desgarrada y repetitiva Puccini enfrenta el cinismo y la lascivia de Scarpia, que quiere tanto capturar a Angelotti como obtener los favores de Tosca, con el canto del Te Deum, un rito religioso desarrollado meticulosamente. Mediante una especie de Recitativo infernal y en una serie de crescendos va llegándose a una fusión de las dos ideas contrapuestas. El resultado dramático es tremendo. El libreto ayuda mucho. Comienza Scarpia diciendo, repetidamente:
Va, Tosca! / Nel tuo cuor s’annida Scarpia !
A continuación, Scarpia explícita sus deseos, sus dos intenciones, la de Angelotti y la de Tosca:
L’uno al capestro, / l’altra fra le mie braccia
El uno, al potro de tortura, / la otra, entre mis brazos
Mientras tanto se está produciendo el rito del Te Deum, en latín. Así llegamos a un Final apocalíptico, tipo Mayerber, que aparte de demostrar las influencias de la ópera francesa en Puccini, es de gran efectividad dramática. Termina con una muestra sublime de la hipocresía y el cinismo de Scarpia, que cae de rodillas y se persigna:
Tosca, me fai dimenticare Iddio!
¡Tosca! ¡Me haces olvidar a Dios!
En la LR podemos escuchar y ver la actuación de 9 grandísimos Scarpia en este Aria:
- Leonard Warren
- Ettore Bastianini
- George London
- Tito Gobbi
- Dietrich Fischer-Dieskau
- Sherril Milnes
- Ruggero Raimondi
- Bryn Terfel
- Thomas Hampson
No podemos de dejar de citar otros grandes Scarpia como Giuseppe Tadei, Samuel Ramey, Cornell MacNeil, Renato Bruson o Joan Pons, que no hemos incluido en la LR aunque lo merecerían también.
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