Georges Bizet – Les Pêcheurs de perles
Dedicamos el Noveno Tema de este Curso a Les Pècheurs de perles la primera ópera que estrenó Georges Bizet (1838-75), cuando aún no había cumplido los 25 años. Bizet había sido el ganador del Prix de Roma en 1857, con 19 años, y el 27 de enero de 1858 llegaba a la Villa Medicis. A su vuelta a Paris, en septiembre de 1860, por causa de la grave enfermedad y muerte de su madre, y después de cumplimentar sus obligaciones compositivas con el Prix de Roma, comenzó a componer una ópera, La guzla de l’emir, que iba a representarse en l’Opéra-Comique, en lo que tendría que ser su primer estreno.
Sin embargo, una circunstancia iba a cambiar sus planes. El conde Walewski, en aquel entonces reciente Ministro de Bellas Artes del Gobierno de Napoléon III, decidió subvencionar al Théâtre Lyrique de Léon Carvalho con 100.000 francos anuales para que estrenase las obras de los premiados con el Prix de Rome, con la condición de que fuesen debutantes y lo hicieran con una ópera en 3 actos. Así fue como Carvalho se puso en contacto con Bizet a través de Barbier y Carré, los libretista de Charles Gounod, mentor del joven Bizet. Era abril de 1863 y querían estrenar en septiembre de aquel año, por lo que había que darse prisa. Le entregaron un libreto de Cormon y Carré, que ya habían estrenado, en 1860, Les Pêcheurs de Catane, con música de Maillart, y Bizet se puso manos a la obra, con una diligencia que, hasta entonces, no había demostrado nunca. Así nacieron Les Pêcheurs de perles, y La guzla de l’emir fue incorporada, parcialmente, en la nueva obra.

Síntesis de la Clase
En uno de los ENLACES de este Post se puede encontrar el PDF de la Presentación utilizada en la Clase on line, que está estructurada en los diversos apartados que van cubriendo el índice típico que nos hemos propuesto en este Curso: 1º un aspecto general del período analizado, en este caso una referencia a las dos Compañías de Ópera en la ciudad de Paris, que en sendos teatros se convirtieron en las alternativas a los elitistas l’Opéra de Paris y Théàtre Italien; 2º el contexto histórico, musical y cultural, 3º algunas notas biográficas de Georges Bizet y referencias a sus obras principales; 4º una referencia a uno de los autores contemporáneos, Camille Saint-Saëns (1835-1921) y a su ópera más conocida, Samson et Dalila, y 5º la ópera Les Pêcheurs de perles, en la que centramos el estudio de la época y autor.
En esta ocasión, la época estudiada es el período comprendido entre el año 1871 y el 1880, que coincide, en lo político, con el comienzo de la Tercera República francesa, y, en lo artístico, con la primera representación del Anillo wagneriano, en Bayreuth, y con la primera exposición de los Impresionistas :
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Les Pêcheurs de perles, ópera de Georges Bizet
Los Pescadores de perlas es una ópera en 3 actos, obra de juventud de Georges Bizet, como ya hemos dicho, que cuenta la historia de dos amigos, Nadir y Zurga, que se enfrentaron por el amor de una mujer, Léïla, a su vez, enfrentada al dilema de elegir entre su juramento sagrado, como sacerdotisa, y el amor por uno de esos hombres.
Esta trama sencilla e íntima, típica del Drame Lyrique, se ambienta en un tiempo indeterminado y en la isla de Ceilán, en un grupo de pescadores de perlas, con lo que el ambiente exótico está garantizado. Zurga es elegido el Jefe de los pescadores y Léïla resulta ser la sacerdotisa virgen que han contratado, ese año, para que, con sus rezos y cantos, los proteja de la peligrosa campaña de pesca.
Después de la llegada de Nadir, que se une a la nueva campaña de pesca, los dos amigos renuevan su juramento de amistad. Pero todo se va a complicar enseguida. Llega Léïla, muy tapada por velos, pero Nadir cree reconocerla y ella también a él. La pasión que sienten el uno por el otro, es más fuerte que la conveniencia que dicta la razón. Se produce el encuentro entre los amantes, que rápidamente son sorprendidos.
Zurga también se enfrenta a un dilema: su amistad por Nadir y los celos que siente de él, porque también ama a Léïla y no es correspondido. Cuando los amantes son sorprendidos, Zurga trata de salvar a su amigo Nadir, pero cuando descubre que la sacerdotisa no es otra que, precisamente, Léïla, su reacción es virulenta: ¡ambos deben morir!
El tercer acto, el más flojo dramática y musicalmente, acaba con la salvación de la pareja gracias a una coincidencia «in extremis«, al descubrir Zurga que él debe la vida a Léïla, que lo salvó cuando ella era una niña, siendo fiel a una promesa. La suerte de Zurga es incierta, en la versión estrenada en el Théâtre Lyrique en 1863, y es más dramática, con un final «a lo Meyerbeer», en el que es ejecutado por haber traicionado a los pescadores, al permitir que los amantes escapen, en las versiones que se interpretaron desde 1886 en adelante, que incluye un trío compuesto por Benjamin Godard y añadido en el final del acto 3º.
Por lo demás, en el PDF de la Clase, incluido en los ENLACES, están desarrollados diferentes aspectos de la ópera y no parece necesario repetirlos aquí. Solamente añadir que la recepción de la crítica contemporánea no fue buena, aunque el público la apreció mas, a pesar de lo cual no se le dieron más que 18 representaciones y ninguna más en vida de su autor.
Aunque Lacombe calificó Les Pêcheurs como una obra característica de la Opéra Lyrique francesa, en particular con el uso que hace Bizet del arioso y el recitativo dramático, así como su creación de atmósferas y su evocación de lo exótico, y aunque Berlioz describió la partitura de la ópera como hermosa, expresiva, ricamente colorida y llena de fuego, el resto de la crítica se quejó de la pesadez de la orquestación de Bizet, de la que dijeron que era ruidosa, sobrecargada y wagneriana, o, como decía uno de ellos, «un fortísimo en tres actos». El gran director Hans von Bülow la calificó de «opereta trágica» y no quería dirigirla, etc.
La valoración actual de esta ópera es muy distinta. Si bien la música puede tener una calidad desigual, ser poco original, por reflejar con exceso la obra de otros autores contemporáneos, sin embargo hay muchos indicios interesantes de lo que serán los logros maduros de Bizet. Otros autores consideran que Bizet hizo un gran trabajo al superar la debilidad del libreto y conseguir algunos trazos genuinamente dramáticos y melodías inspiradoras.
En definitiva, podemos disfrutar de este trabajo porque hay varias ocasiones, a lo largo de la partitura, en las que se nos muestra el mejor Bizet, lleno de lirismo y fantasía. Es una obra de juventud, pero no menor, en la que se prefigura el genio del compositor, que culminará, 10 años más tarde, con su obra maestra, Carmen.
Información adicional
Les Pêcheurs de perles de Bizet: exotismo orientalista y entramado de pasiones
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