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La ópera más sofisticada de Bellini

Como hemos ido comentando en los anteriores Post (en el I y en el III), esta ópera fue, sin duda, la más sofisticada de las de Bellini. Como dijimos, se esforzó en hacerla al gusto francés, pero no olvidó sus profundas raíces italianas. En definitiva podemos calificarla de:

«Ambiente inglés, influencia francesa, sangre italiana»

Ambiente inglés: los temas ingleses estaban muy de moda. No en vano, para aquel entonces Rossini había hecho su Elisabetta d’Inghilterra o La donna del lago y Donizetti,  Anna Bolena y Lucia de Lammermoor (a las que seguirían Maria Estuarda y Roberto Devereux). Los escritores como Sir Walter Scott eran profundamente románticos y, además, se podía criticar la vida licenciosa de los reyes ingleses, que eran protestantes y escapaban a los rigores de la censura católica.

Influencia francesa: como ya hemos dicho, Bellini buscaba agradar al público francés y por ello empleó algunos de los signos distintivos de la ópera francesa:

  • Grandes «tableaux», con coro y figurantes
  • Mayor colorido orquestal que en toda su restante obra
  • Descripción de la naturaleza, como el amanecer en el castillo de Plymouth
  • Caracter coreográfico de algunas escenas
  • Utilización de ritmos vailables, muy del gusto francés, en algunas escenas fundamentales, tales como:
    • Entrada de Elvira como novia feliz «a la polaca»: Son vergin vezzosa, con ritmo de polonesa
    • Aria de Giorgio implorando compasión, Se tra el buio un fantasma vedrai, con aire de vals

Sangre italiana: No es muy conocido que Bellini realizó simultaneamente dos versiones de esta ópera, una para París y otra, el Plan B, para Nápoles, porque no se encontraba muy seguro del resultado. La obra final es, afortunadamente para sus espectadores, una mezcla de estilo francés e italiano: el papel de Elvira está muy impregnado por las convenciones de la ópera italiana; aparece resplandeciente en su aria polaca del 1er. Acto, para lucirse y conmover en su aria de la locura, antecedente de la de Lucia, en el 2º Acto, que finaliza con la reacción catártica de Riccardo, en un Finale en 3 partes, como el que hará Donizetti en Roberto Devereux un par de años más tarde.

Momentos musicales más destacados

Vamos a analizar, con la ayuda de una LR de Youtube incluida en el ENLACE del final de este Post, cuáles son los momentos más interesantes de esta ópera. Así tenemos:

Acto 1º :

  • Escena «Or dove fuggo o mai …….. Ah! per sempre io te perdei! ……. Bel sogno beato, en el que Riccardo Forth se lamenta al haber perdido a Elvira, cuya mano le fue concedida pero que ama a otro, con el que se va casar. Mientras Sir Bruno Robertson trata de animarle con la esperanza de nuevas glorias guerreras
  • Escena, con varios duos,  «O amato zio ……. Sai com’arde ……. Sorgea la notte folta ….. A quel nome» entre Elvira y Giorgio, sobrina y tío, en la que éste acoge el dolor y la preocupación de Elvira por un casamiento no deseado (con Riccardo) y finalmente le da la noticia de que sir Gualtiero, su padre, se ha apiadado de ella y el marido será Arturo. Elvira prorrumpe en la Cabaletta ( A quel nome ) cuando escucha las trompetas que anuncian la llegada de Arturo
  • Cavatina «A te, o cara, amor talora», presentación de Arturo y luego un cuarteto que se convierte en un «tutti», con un bello contrapunto de voces graves y agudas
  • Aria polaca de Elvira «Son vergin vezzosa», en la que ella expresa exuberante su felicidad en el día de su boda mientras se prueba el magnífico velo nupcial, obsequio de Arturo (que luego será usado para disfrazar a la reina y huir con Arturo)
  • Finale Primo: «Ma tu già mi fuggi», con intervención de Elvira, Gualterio, Giorgio y Riccardo, que contiene la Primera Aria de Locura, al constatar la desaparición de Arturo, huyendo con la prisionera. Este «ensamble», con tempo de larghetto, fue marcado por Bellini así: «declamato con tutto lo slancio (deseperación) d’un core innocente contento»

Acto 2º :

  • Acto marcado profundamente por el Aria de la Locura, auténtica «piece de resistance» para la soprano
  • Aria «Cinta di fiori» en la que un apesadumbrado y bondadoso tio Giorgio explica el estado mental en el que se encuentra Elvira, que pasa sucesivamente del llanto a un estado de ensoñación en el que se ve casándose con Arturo, por lo que vaga por el castillo con una corona de flores marchitas en su cabeza
  • Escena «O redentemi la speme  …….  Vien diletto, è in ciel la luna», que es la 2ª Aria de Locura
  • Escena y Finale «Il rival salvar tu dei ………. Suoni la tromba intrepidi» con el dúo entre Giorgio y Riccardo y la Cabaletta.

Acto 3º :

  • Dúo «Vieni fra queste braccia» entre Arturo y Elvira y «Credeasi misera», una de las cimas de belleza y dificultad de esta ópera para los tenores que han podido interpretar el papel de Arturo, que está al alcance de muy pocos

Valoración musical

Mucha de la música contenida en I Puritani posee un profundo sentido agridulce, cualidad que se convirtió en un signo distintivo de la obra de Bellini. El mismo describió esta ópera en sus escritos:

Fundamentalmente en el estilo de La Sonnambula o Nina, de Paisiello. Música que posee una marca de robustez militar combinada con la severidad de los Puritanos. Ritmos militares y los omnipresentes sonidos de trompetas y tambores.

Pero, además, esta ópera fue posiblemente un anticipo de cómo habría evolucionado el estilo melódico de Bellini si hubiese vivido más años. Sin duda, su estilo estaba madurando y su orquestación se había convertido en más flexible e imaginativa respecto a toda su obra anterior. Pero, incluso, su maduración pone en evidencia que estaba adquiriendo una calidad emotiva aún mejor que en las obras precedentes.

El papel de Elvira es una piedra de toque para cualquier soprano: uno de los más difíciles del belcantismo y la medida de si toda la ópera se sostiene o falla. La soprano debe trasmitir un remolino emocional y las sutilezas psicológicas de la trama a través de la expresividad de su linea de canto. Su escena de la locura es el «non plus ultra» de la locura romántica, concebida menos como una condición mórbida que como la transfiguración  de una frágil mujer.

Y esta obra contiene una serie de avances en la técnica de composición operística que se anticipan, en bastantes años, a otros compositores. Así, por ejemplo:

  • En todas sus apariciones se oye primero el canto de Elvira, fuera de escena, y luego entra en escena. Así lo veremos en Puccini, por ejemplo en Madama Butterly, pero 65 años más tarde
  • Prácticamente borró las diferencias entre Escenas y Recitativos, pero lo hizo una generación antes de que Verdi creara la unidad orgánica entre los distintos elementos, (que comenzó a hacerlo en Rigoletto para culminarlo en Otello)
  • El duetto «Suoni la tromba» anticipa el espíritu del Risorgimento

Después de su estreno, esta ópera fue representada raramente fuera de Italia, como ya hemos explicado en nuestro anterior Post. Sin embargo, después del Renacimiento experimentado por todo este repertorio, desde la segunda mitad del siglo XX, ha visto grandes representaciones con sopranos y tenores que han poseído una gran amplitud de tesitura combinada con una gran capacidad para la coloratura. Ya hemos hablado del papel de Elvira y no debemos olvidar que el tenor tiene que cantar 2 Re agudos e, incluso, un Fa, si es que puede, que es una nota estratosférica y que suele producir una reacción histérica de la audiencia.

En resumen, I Puritani es la más sofisticada y brillante de las óperas de Bellini. Alguien tan experto como Rossini encontraba esta obra como una prueba inequívoca de la grandeza del genio de Bellini. Sin embargo, esta ópera comparte algunos de los defectos de todo el género belcantista: un libretto mal concebido y, a veces, tan absurdo que provoca la hilaridad. De todas formas, esta ópera representa una exploración idealizada de la emoción, magnificada por la música que la sustenta. La locura de Elvira unifica todos los elementos de la trama, ya que, en cierto sentido, toda la ópera es, virtualmente, una escena de locura.

Acabamos este Post con la opinión del musicólogo y crítico musical Paul Henry Lang:

Bellini hace una música dirigida no a nuestra inteligencia sino a nuestra sensibilidad. Ciertamente intentó una música más dramática y rompió con los napolitanos, pero el resultado fue demasiado almibarado. Sin embargo, tuvo una gran influencia en Verdi y hasta en Wagner.

Su muerte prematura nos dejó en la duda de hasta dónde podría haber llegado. Posiblemente hubiese podido ponerse en su tumba el epitafio que figura en la de Schubert, también muerto en plena juventud:

«Aquí yace un rico tesoro y aún más bellas esperanzas»

ENLACE

I Puritani

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