Una ópera «fuera de circulación»
En los próximos dias podremos ver la 3ª ópera de la temporada de la ABAO bilbaina, que es la obra de Giuseppe Verdi «Stiffelio», Dramma lirico en 3 Actos, con libretto de Francesco Maria Piave basado en la obra de teatro «Le pasteur ou L’évangile et le foyer» (El Pastor o El evangelio y el hogar) de Émile Souvestre y Eugène Bourgeois, estrenada en Paris en 1849, (basada, a su vez, en una novela del propio Souvestre, titulada «Le pasteur d’hommes«, publicada en 1838).
Esta obra fue estrenada el 16 de noviembre de 1850 en el Teatro Grande de Trieste, después de grandes dificultades con la Censura italo-austriaca, que condujo a que la versión estrenada fuese bastante desvirtuada respecto a la que habían preparado Verdi y Piave. Es la última de las obras de lo que Verdi denominó «Años de galeras» y fue estrenada menos de 3 meses antes que Rigoletto (que lo fue el 11 de marzo de 1851), obra, ésta última, que inaugura el Periodo Medio de Verdi, que compartirá junto a Il Trovatore y La Traviata. Quiere esto decir que Verdi ya se encontraba casi en plenitud y que Stiffelio compartió el momento creativo con Rigoletto, como ahora comentaremos.
Después de la mala experiencia que tuvo Verdi en Nápoles con Luisa Miller, estrenada en el San Carlo en diciembre de 1849, Verdi vuelve a Busseto y empieza a pensar en su nueva obra. Por una parte tenía mucho interés en llevar a la ópera la obra de Victor Hugo «Le roi s’amuse«, (que finalmente será Rigoletto), y piensa, por otro lado, continuar con Salvatore Cammarano (el autor del libretto de Luisa Miller y el gran libretista italiano de la primera mitad del siglo) haciendo su deseada versión del Rey Lear. Sin embargo, enseguida verá que está adaptación de la obra de Shakespeare está muy lejos del estilo y las posibilidades de Cammarano, y el proyecto quedará aparcado. Parece ser que es Piave quien le presenta a Verdi el tema de Stiffelio en los primeros meses del año 1850 y Verdi lo encuentra «bueno e interesante», en la linea del realismo que empieza a estar de moda en la literatura del momento. Además es un argumento que ocurre en tiempo contemporaneo, lo que atraía a Verdi y, de hecho, ésta será la única de las óperas de Verdi en la que ocurra así. (La Traviata también estaba ambientada en tiempo contemporaneo, pero la censura le obligó a trasladarla al siglo XVIII).
Así pues, Verdi quiere hacer Stiffelio y así lo acuerda con Ricordi, que se la encarga, ocupándose además de buscar el lugar del estreno. Descartado Nápoles y, enseguida Venecia, Giulio Ricordi opta finalmente por Trieste, que parecía que no tendría una censura conflictiva. Pero el problema es que en la Italia católica de mitad del siglo XIX, un pastor protestante, casado, víctima del adulterio de su mujer y queriendo divorciarse, con una escena final en una iglesia y con la lectura de una página del Evangelio, era casi un sacrilegio, además de ser un argumento «extraño» para el público triestino de la época.
La Censura «le mete la tijera» y realmente pretende desnaturalizar el argumento: Stiffelio debe ser un sectario en vez de un pastor, por supuesto no habrá confesión, ni iglesia, y mucho menos palabras del Evangelio. Todo esto se lo comunica a Verdi y Piave la Junta Directiva del Teatro, tres dias antes del estreno. Ellos se oponen y la Censura, en la persona del Signore Lugnani, les dice que sin esos cambios no hay estreno. Verdi tiene que decidir entre irse, y pelear por una indemnización, o aceptar y ejecutar los cambios.
Finalmente, el 16 de noviembre se estrena una ópera mutilada y remendada en el último momento, pero con todos los cambios solicitados, y al público le gusta, a pesar de que se dan cuenta de la intervención de la «mano del censor», y gusta porque la música es magnífica. La Gazetta Musicale dice, con ocasión del estreno:
Es una obra a la vez religiosa y filosófica, en la que melodias dulces y tiernas se siguen unas a otras, de una forma atractiva, consiguiendo los mayores efectos dramáticos, sin tener que recurrir a grandes coros o a demandas sobrehumanas de las cuerdas vocales y de los pulmones de los intérpretes.
De todas formas, la crítica fue discrepante, abundando más las opiniones negativas que las positivas. El empresario Alexandro Limari encarga una revisión de la obra, que Verdi y Piave se niegan a hacer. Pero la revisión se hace, aunque sin la intervención de los autores, y se estrena en el Teatro Apollo de Roma y en el de La Pérgola de Florencia, pasando Stiffelio a ser un «hombre de estado» alemán del siglo XV, que se llama Guglielmo Wellingrode. Esa versión, o parecida, es la que se estrenará en España, aunque no se estrenará en Madrid hasta el año 1996, con Plácido Domingo en el papel estelar y en el Teatro de la Zarzuela.
En 1856, Verdi decide modificar profundamente Stiffelio, cambiándola de nombre, pasando a llamarse Aroldo, y siendo el protagonista un Cruzado inglés del siglo XIII. La escena final en la iglesia se sustituye por todo un Acto 4º. Aroldo se estrenó así en Rimini el 16 de agosto de 1857. Aunque tuvo un grandísimo éxito y se mantuvo en distintos teatros hasta 1870, sin embargo, el resultado fue, musical y, desde luego, dramáticamente, peor que el Stiffelio original y así ha podido comprobarse en una versión conjunta que se hizo de Stiffelio y Aroldo en el teatro de La Fenice de Venecia.
La verdadera «prima representazione»
Puede decirse , con Kathleen Hansell, en la Introducción de su edición crítica de Stiffelio, preparada en 2003, que:
The performance history of Stiffelio, as Verdi envisioned it, literally began in 1993.
(La historia de las representaciones de Stiffelio, tal como la concibió Verdi, comenzó literalmente en 1993).
Es decir, que nunca antes de 1993 se había representado Stiffelio como la había concebido Verdi con Piave. De hecho, en 1856 Verdi le pidió a Ricordi que destruyese las planchas de impresión y le pidió la partitura original de Stiffelio, ya que pensaba utilizarla en la confección de Aroldo, recortándola y haciéndole los cambios correspondientes.
Durante mucho tiempo la partitura original autógrafa de Verdi se dió por perdida y Stiffelio no se representaba en absoluto. A mediados del siglo XX se empezó a pensar en recuperar esta ópera de la que sólo se tenía un conocimiento por las crónicas y escritos, disponiéndose, únicamente, de algunas partituras de las partes vocales. Entonces, en 1968, y en el teatro Regio di Parma, se hizo el primer «Revival» de Stiffelio, a partir de una partitura de un copista que se encontró en el Conservatorio de Nápoles. Es la versión de Gaston Limarilli y Angeles Gulín, bajo la dirección de Peter Maag, que será grabada por José Carreras, Sylvia Sass y Matteo Manuguerra, bajo la dirección de Lamberto Gardelli, en 1979.
En enero de 1993 José Carreras y Catherine Malfitano, bajo la dirección de Edwards Downes, hicieron una versión producida por la ROH Covent Garden de Londres, a partir de fuentes secundarias, como copias manuscritas de la partitura, y con algunas correcciones hechas por Philip Gosset, de acuerdo a sus descubrimientos, pero sólo en las partes vocales.
Y es que no será hasta febrero de 1992 cuando el musicólogo norteamericano Philip Gosset, y su equipo de la Universidad de Chicago, hagan un descubrimiento importante: la partitura original y autógrafa de Stiffelio, que estaba en el Archivo Verdi de Sant’Agata, gracias a la generosidad de la familia Carrara-Verdi que permitió la consulta. Con esa partitura, y con 60 esquemas originales de Verdi, Philip Gosset hizo una edición crítica que el MET utilizó en su Producción de Stiffelio de 1993, el verdadero estreno de esta obra tal y como Verdi la había compuesto.
Esa versión del MET, que protagonizó Plácido Domingo, bajo la dirección de James Levine, coincidió con el homenaje que el MET le hizo a Plácido por sus 25 años ininterrumpidos de presencia en el escenario del MET, y se ha siguido representando hasta 1998. La misma versión también fue llevada a Viena, donde la cantó José Carreras en 1996, bajo dirección de Fabio Luisi.
Posteriormente esta ópera se ha representado muy poco. Hay una versión de 2010, del MET, con José Cura y dirección de Plácido Domingo, y la Producción de 2012 del Teatro Regio di Parma y la Opéra Monte-Carlo, con Roberto Arónica en el papel principal, que es la que se va a presentar en Bilbao.
Valoración de la obra
Sabemos que Giuseppe Verdi tenía un aprecio especial por su Stiffelio, ya que así lo dice en la carta que escribió a su buen amigo Cesare de Sanctis:
Fra le mie opere che non girano, alcune le abbandono perché i soggetti sono sbagliati, ma ve ne sono due che vorrei non dimenticate, sono Stiffelio e La battaglia di Legnano.
(Entre mis óperas que no están en circulación, algunas las abandono porque sus argumentos son erroneos, pero hay dos que no quisiera que se olvidasen, son Stiffelio y La battaglia di Legnano.)
Y es que esta ópera anticipa muchas cosas que se verán en las futuras obras maestras venideras. Es más, algunos de los estudiosos de la obra verdiana consideran que con Stiffelio comienza una «nueva manera» de componer que tendrá su culminación en Otello y Falstaff, muchos años más tarde (34 y 40 años,respectivamente).
Como comentaremos en el próximo Post de esta serie, en Stiffelio Verdi ya nos entrega, acabados, varios elementos de lo que será su «música del porvenir» (en expresión wagneriana): los Concertantes, (el Septeto del inicio, los dos Cuartetos de los primeros Finale), la linea de canto del tenor protagonista, claramente precursora de la de Otello, y la escena final, que, con una extraordinaria economía de medios vocales y una sencillez pasmosa, resuelve toda la tensión acumulada, además de conseguir un efecto muy teatral.
Para terminar este Post hemos preparado unos videos, incluidos en los ENLACES, que nos presentan 3 momentos clave de esta ópera, que ilustran lo que hemos dicho en el párrafo anterior:
- El Septeto del 1er. Acto, Di qua varcando sul primo albore
- El Finale Primo
- La Escena Final (fragmento último)
El primero y el tercero corresponden a la versión del teatro Regio di Parma, con Roberto Arónica en el papel de Stiffelio, mientras que el segundo es la producción del MET con Plácido Domingo como Stiffelio.
ENLACES: