El mito del Holandés Errante
El Holandés errante o el Holandés volador (en holandés, De Vliegende Hollander; en alemán, Der fliegende Holländer, y en inglés, The flying Ducthman) es una leyenda europea bastante extendida, sobre un barco fantasma, o bien sobre su capitan, que reciben ese nombre y que están condenados a vagar por los oceanos del mundo, no pudiendo volver a puerto. Se le ve en la distancia, a veces resplandeciendo con una luz fantasmal.
Esta leyenda tiene varias versiones, que coinciden en lo esencial, pero que varían en algunos detalles. Así, por ejemplo, hay casos en que se dice que el capitán del barco no es otro que el mítico Davy Jones, mientras que la mayoría hablan de un capitán holandés, Willem van der Decken. Pero tampoco hay concordancia en el nombre, pues algunas fuentes holandesas le llaman capitán Falkenberg, Washington Irving lo llama Ramhout van Dam y Frederick Marryat, en cambio, lo llama Capitan van der Decken. Como hemos dicho, algunos llaman Holandés errante al capitán y otros al propio barco.
Origen de la Leyenda
Como hemos dicho, existen diferentes versiones de la Leyenda. Posiblemente la más «canónica» es la que habla de un capitán holandés, Willem van der Decken, que hizo un pacto con el diablo para poder surcar siempre los mares sin importar los retos naturales que pusiera Dios en sus travesías. Pero Dios lo castigó a navegar eternamente, sin rumbo y sin poder tocar tierra.
Según algunas fuentes, el capitán holandés Barent, o Bernard, Fokke, que existió realmente a mediados del siglo XVII, sirvió de inspiración para la Leyenda. Parece ser que este capitán fue famoso por la velocidad de crucero que alcanzaba en sus viajes entre Holanda y Java (parece que conseguía hacer el viaje Amsterdam-Batavia en menos de 5 meses, cuando los demás tardaban casi ocho). En los ambientes marítimos se decía que había firmado un pacto con el diablo. Esa velocidad le daba el nombre de Holandés volador, pues diriase que su barco volaba sobre el mar.
Otros dicen que este capitán juró, en medio de una gran tormenta en las inmediaciones del Cabo de Buena Esperanza, que no cejaría hasta doblar el cabo, aunque eso le costase llegar al Juicio Final, retando a Dios y siendo castigado por ello a navegar eternamente.
En cambio, otras fuentes hablan de un crimen horrendo cometido a bordo del barco, o, incluso, de una grave epidemia que infectó a la tripulación, por lo que no se le permitió nunca desembarcar en puerto alguno, pereciendo todos y navegando el buque sin gobierno, y lleno de cadáveres.
Existen numerosos relatos de avistamientos del buque fantasma, incluso en épocas recientes, la útima fechada en 1959. En general, se describen avistamientos nocturnos o en medio de la niebla, presagiando huracanes o fuertes tormentas. Además, muchos dicen haber sufrido accidentes, algunos fatales, después del avistamiento.
Uno de los avistamientos más famoso, y con apariencias de credibilidad, es el que tuvo lugar el 11 de julio 1881 cuando los dos hijos del Príncipe de Gales, y entre ellos el que en el futuro sería el rey Jorge V, servían, como guardiamarinas, en el HMS Bacchante, en su época de preparación militar. El incidente ocurrió una noche con mar en calma, en las costas de Australia, y un total de 13 personas, incluidos los príncipes, vieron, a una distancia de unas 200 yardas, un extraño barco rodeado de un resplandor rojo. Cuando el buque de la Marina Británica se acercó al lugar donde parecía estar el extraño buque, no encontró nada. A la mañana siguiente, el vigía que había dado la señal de alarma cayó desde la cofa del palo mayor y resultó muerto. La tragedia fue interpretada por la tripulación del HMS Bacchante como la confirmación de que lo que habían avistado era el buque maldito del Holandés errante.
Diferencias con otras Leyendas parecidas
En primer lugar está la Leyenda de Davy Jones, que se supone que era un capitan pirata inglés que pereció en las Antillas, al haberse enamorado de Calipso, bella y caprichosa diosa de las profundidades marinas a las que se supone arrastró a dicho capitán con falsas promesas. De hecho, existe una frase en lengua inglesa para referirse al «cofre de Davy Jones» (He is gone to Davy Jone’s Locker) donde se supone que están los marineros muertos en el fondo del mar. No tiene mucho que ver con la Leyenda del Holandés errante, si bien en la película «Pirates of the Caribbean: Dead man’s chest» el Holandés errante es un barco capitaneado por Davy Jones que se encarga de recoger a personas a punto de morir y los convierte en marineros esclavos, pero muertos.
Más similitudes tiene el personaje del Judio errante. Éste es un judio que se negó a dar agua a Cristo cuando ascendía con la cruz a cuestas camino del Calvario, o bien que apremió a Jesús, en la misma circunstancia, para que se diese prisa. Parece que Jesús le habría contestado que «me tendrás que esperar hasta mi vuelta a la tierra», por lo que estaría condenado a vagar hasta la «parusía» (segunda venida) de Jesús.
Sobre la figura del Judío errante hay bastante menciones en la literatura. Así, por ejemplo, el padre Feijóo, en sus Cartas eruditas y curiosas (1745), cita a Mateo de París, obispo e historiador benedeictino, que en 1299 afirmó que dicho personaje existía, que se llamaba Catafilo y que entonces estaba en Armenia. Otros autores lo llaman Ausero o Ahasvero, y otos, como Jacob Basnage, mantienen que hay tres judios errantes, Samer, Catáfito y Ausero.
Por último, para no cansar a los lectores, nos referimos a Caleuche, que es un legendario buque fantasma de la mitología de Chiloé, en el sur de Chile. Podría ser una adaptación de la leyenda europea del Holandés errante, basada, tal vez en la desaparición del barco holandés Calanche o en las desapariciones misteriosas de barcos españoles en las expediciones al Estrecho de Magallanes. Se trataría de un barco de marineros muertos esclavos, que puede aparecer en medio de la noche, con grave peligro para los que se lo encuentran en la mar. Claro que también existe la opinión de que, originalmente, fue una invención para asustar a los marineros y pescadores y ocultar las operaciones de contrabando en el archipiélago de las Chiloé.
La Leyenda del Holandés errante en la Literatura, la Música y el Cine
Existen diversas fuentes literarias, musicales y cinematográficas de esta Leyenda. Citamos algunas de las principales:
- Obra de teatro The Flying Dutchman (1826) del dramaturgo inglés Edward Fitzball
- El cuento corto del escritor norteamericano Washington Irving, The Stormship, publicado en su libro Bracebridge Hall (1822)
- El libro de narraciones de Heinrich Heine, Aus den Memorien des Herren Schnabelewopski, Kapitel VII (1834)
- Novela The Phantom Ship (1837) de Frederick Marryat
- La ópera de Wagner, Der fliegende Holländer (1842)
- De las diversas películas que tratan este asunto, citamos sólo una de las mejores, Pandora and the Fying Dutchman (1951) de Albert Lewin, con Ava Gadner y James Mason en los papeles estelares
Se da la circunstancia de que en la obra de teatro de Fitzball, al capitán holandés se le permite bajar a tierra cada varios cientos de años para tratar de hallar una mujer con la que compartir la maldición. En Heine y en Wagner, esto es cada siete años, y ambos establecen la posibilidad de la redención por el amor fiel de una mujer.
Similitudes y diferencias entre la versión de Heinrich Heine y la de Wagner
Terminamos este Post analizando similitudes y diferencias entre la versión de Heine, en su libro mencionado más arriba, y la del borrador en prosa de Wagner, de 1840, que malvendería a la Ópera de París. Podemos decir que las similitudes son muchas, al extremo de que podemos decir que Wagner «copió» bastante a Heine.
Similitudes:
- La acción trascurre en la costa escocesa
- El Holandés puede desembarcar cada 7 años en búsqueda de una mujer que le sea fiel
- Un mercader escocés ofrece su hija al Holandés a cambio de dinero y diamantes
- La hija está obsesionada con la leyenda de El Holandés errante y pasa mucho tiempo delante de un cuadro que lo representa
- Ambas obras culminan con la redención del capitán maldito tras haber hallado la fidelidad de una mujer que lo ama tanto que se tira al mar detrás de él
Diferencias:
- Hay una fundamental, la introducción por Wagner del personaje de Erik, lo que provoca un cambio importante en la motivación del desenlace
- Así, Heine acaba la historia, en su tono irónico, con unas pocas frases:
«Desde lo alto del acantilado, la esposa del Holandés errante, la señora Holandés errante, se retuerce las manos con desesperación, mientras que en el mar se puede ver a su desdichado marido en la cubierta de su condenado barco. Él la ama e intenta abandonarla para no convertirse en su perdición; él le confiesa su horrible destino y la terrible maldición que pesa sobre él»
- En cambio, en la versión de Wagner, la repentina marcha del Holandés y el consiguiente sacrificio de Senta están motivados por la aparición de Erik, «un pobre chico, pero de buen caracter» que está apasionadamente enamorado de Senta
- Con este personaje, el único que no es marinero, Wagner introduce otro motivo en la leyenda: no es por amor, sino por desilusión y celos, por lo que el Holandés abandona a Senta, cuya «muerte por amor» (libestod) la absuelve de todas las dudas, infundadas, sobre su fidelidad
En los dos Enlaces siguientes se pueden ver dos Videos Documentales, en lengua francesa, que pueden resultar interesantes. El primero, una producción de France 3 – Thalassa, nos resume, con imágenes y con la opinión de tres expertos, mucho de lo que hemos contado en este Post. El segundo, de menor duración, es un reportaje perteneciente a una serie sobre Sucesos que son calificados de Leyendas Urbanas por su autor, y tiene el interés adicional de apuntar un explicación a esta Leyenda: se trataría de «espejismos» del tipo denominado «efecto Fata Morgana«, un fenómeno de refracción derivado de la existencia de una inversión térmica con tiempo en calma.
ENLACES:
La legende du Hollandais Volant
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