Una ópera italo-francesa de estructura simétrica
Analizados ya, en los anteriores Post de esta serie, la génesis de esta ópera, la realidad histórica en la que se basa y las diferencias entre su libretto y el melodrama de Eugène Scribe, vamos a proceder a ahondar un poco en la propia ópera. Nos ayudaremos de una LR de YouTube que se incluye en el ENLACE situado al final de este Post.
La ópera
Como decimos en el encabezado, ésta es una ópera construida con una simetría evidente: el primer y tercer acto se corresponden entre si y el segundo actúa como eje de esa simetría, como «pilono» alrededor del cual se configura toda la acción dramática.
Y simultanea y mezcla elementos franceses e italianos:
- La instrumentación, agilísima y brillante, con una rítmica que puede llegar a la imprudencia adorable de Jacques Offenbach, es claramente de influencia francesa
- También es muy francesa la presencia de movimientos de danza, como ocurre en el tercer acto
- En cambio, son muy italianos los personajes de Renato, con sus celos, y el de Ulrica, la adivina, que, en expresión del crítico Mario Bartolotto, «estalla sobre el fondo dorado con reflejos sanguíneos»
- El paje Oscar, con su ligereza frívola, procede directamente del teatro y la ópera francesa: como el papel de Urbain en Les Huguenots de Meyerbeer, o Stefano en Romeo et Juliette de Gounod
Es evidente que a Verdi le interesaba, para esta ópera, el ambiente de corte, el esplendor del Rococó. Nunca hubiera podido aceptar la «Adelia degli Adimari» que le proponía la Camera de Revisione napolitana, además situada en la Edad Media. Verdi quería que esta ópera transcurriese en un «secolo elegante e caballeresco«. Y a Verdi le resultaba particularmente atractiva la idea de situar la acción en una corte culta como la sueca de la época de Gustavo III.
Pero Verdi quería, ante todo, un drama de amor. Ese es el objeto fundamental, la trama política es secundaria. De hecho él mismo decía sobre la trama que lo que quería era:
un soggetto de sentimiento, una specie de Sonnambula; un dramma quieto, semplice, tenero
Y en su indagación sobre la pasión amorosa llega a terrenos no explorados hasta entonces. Lo que le interesa es la relación adúltera, no consumada y apenas insinuada, entre Amelia y Riccardo. Este eje y el secundario de la conjura se encuentran en ese imponente y apasionadísimo dúo de amor del Acto 2º: «Teco io sto«. Tiene la suerte de encontrar un excelente melodrama de Eugène Scribe que, con muy pequeños arreglos de Antonio Somma, alimenta la música y que hace decir a D’Annunzio que esta ópera es «el más melodramático de los melodramas».
En todo caso, como dice Arturo Reverter:
es obra de contrastes, dual, dentro de la que se establece una curiosa dialéctica: de una parte la dramaturgia indolente y blanda heredada de Scribe, ….., de opéra comique, podríamos decir ….. ; de otra la pasión, la vehemencia, con la que aparecen revestidas las grandes situaciones dramáticas, que son trazadas con un vigor y una vida excepcionales
En definitiva, Verdi realiza una síntesis de elementos dispares y, sorprendentemente, consigue una unidad, porque, como dice De Van:
la modernidad de esta ópera reside en la actitud general del músico hacia su drama, a la manera a la que juega con la ambivalencia, desde la que reemplaza la perspectiva única, trágica o seria del melodrama, por una más compleja y variada
Los personajes y sus principales manifestaciones
A continuación, vamos a examinar los cinco personajes principales de esta ópera y la forma como se nos manifiestan, que no es otra que a través de sus arias y de su intervención en los dúos y conjuntos. Nos ayudamos de la LR incluida en el ENLACE.
Riccardo, conde de Warwick, Gobernador de Boston (Gustavo III). Personaje ambiguo, aparentemente frívolo y despreocupado, hasta el extremo de la temeridad. Enamorado de Amelia, la mujer de su gran amigo y servidor, sin embargo sabrá sobreponerse y será capaz de sacrificar su amor por el honor y la amistad.
Papel para tenor lírico o lírico-spinto de tesitura amplia. Va desde momentos de gran lirismo hasta otros cercanos al dramatismo.
La faceta frívola y más lírica la vemos reflejada muy bien en el comienzo de la ópera, en el aria «La rivedrà nell’estasi«, de la que incluimos una espléndida versión de 2016 de Piotr Beczala, en la barcarola «Di tu se fedele«, cantada por Beniamino Gigli y por José Carreras, y la frivolidad más aún en el Corcentante del final del 1er. acto: «È scherzo od è follia«, que incluye la llamada «aria de la risa», donde Riccardo se rie, literalmente, de la predicción de la adivina, que le ha vaticinado la muerte a manos del primero que le estreche la mano, que ha resultado ser su fiel amigo Renato. La tenemos en las versiones de Ferruccio Tagliavini, Carlo Bergonzi y Luciano Pavarotti.
La faceta de enamorado apasionado, que «ha perdido la cabeza», la tenemos en el gran dúo del 2º acto, «Teco io sto«, y lo podemos ver en las interpretaciones de Jussi Björling y Zinka Milanov, Franco Corelli y Régine Crespin, y Luciano Pavarotti y Leontyne Price, en los papeles de Riccardo y Amelia, respectivamente.
Y por último, la faceta seria y responsable la tenemos en su aria del 3er. acto, «Forse la soglia attinse». Pero este aria la dejamos para el siguiente Post, donde la estudiaremos en mayor profundidad.
Amelia, la esposa de Renato, el amigo y secretario de Riccardo (la condesa de Anckarström). Personaje apasionado y atormentado, con gran sentimiento de culpabilidad y resignada a ser castigada por su esposo, a pesar de que sólo ha sentido una pasión que no puede evitar, pero que quiere erradicar de su vida. Por ello acudirá a la adivina Ulrica para conseguir un remedio.
Papel para soprano dramática de coloratura, que requiere un buen centro de voz y región grave sólida. Sin embargo, hay autores, como Reverter, que se decantan por voces más líricas, tipo la de las dos Price, Margaret y Leontyne.
Su papel tiene dos arias y cuatro dúos, entre los que está el gran dúo de amor del que ya hemos hablado. Su aria más importante, «Ecco l’orrido campo ….. Ma dall’arido stelo«, la trataremos en el próximo Post. La otra aria es «Morro, ma prima in grazia«, en la Escena 1ª del Acto 3º, cuando ella se prepara para morir, a manos del esposo, por haber sido sorprendida en una situación comprometida, y quiere despedirse de su único hijo. Aria exculpatoria y muy triste, que interpreta Montserrat Caballé, con gran sensibilidad y melancolía.
Renato, fiel Secretario y amigo de Riccardo, esposo de Amelia (Conde de Anckarström). Fiel y preocupado por el complot que presiente que puede acabar con la vida de Riccardo, se convierte en su enemigo furibundo cuando descubre que su esposa, Amelia, está enamorada de Riccardo.
Papel para barítono dramático, pero con algunos pasajes de encendido lirismo, lo que no está al alcance de la mayoría.
Renato tiene dos arias e interviene en varios duos, un terceto y en los dos concertantes principales. Respecto a las arias, tiene una muy importante, «Eri tu che macchiavi«, una de las más difíciles, y bellas, que escribió Verdi. La trataremos también en el próximo Post.
La otra aria es la de la primera escena del primer acto, «Alla vita che t’arride«. En ella, Renato expresa su preocupación por la seguridad de Riccardo y la repercusión que tendría su muerte sobre la patria:
Te perduto, ov’è la patria / col suo splendido avenir?
Si mueres, ¿qué será de la patria / con su espléndido porvenir?
La podemos escuchar en la interpretación de Ettore Bastianini y en la de Piero Cappuccilli.
Ulrica, adivina negra y con conocimientos de las ciencias ocultas (Madame Arvidson). Sólo aparece en la 2ª escena del primer acto, pero su intervención es impactante y condiciona, dramáticamente, toda la trama. A ella acude Amelia en busca del remedio para sus sentimientos «culpables», gracias a lo cual Riccardo, que ve la escena desde un escondite, obtiene la confirmación de que su amor a Amelia es recíproco. Y también Ulrica predice la muerte de Riccardo a manos de un amigo, aunque Riccardo lo considera «broma o locura».
Papel para mezzo-soprano o contralto. Requiere fuerza y dotes interpretativas.
Aparte de su intervención en la escena, en varios duettinos y conjuntos, lo importante del papel de Ulrica es su aria de invocación al Rey del averno», «Re dell’abisso, affrettati». Presentamos dos espléndidas versiones: la de Shirley Verrett y la de Elena Obraztsova.
Oscar, paje del gobernador (rey, en la versión sueca). Jovencito gracioso y vivaz, papel trasvestido, interpretado por una mujer. Algunos Directores de Escena ven en esa elección de una mujer para el papel un guiño de Verdi, o de Scribe, a la supuesta homosexualidad de Gustavo III. A mi juicio esto es «rizar el rizo» y no hay absolutamente nada en el libretto de Somma, ni en el de Scribe, que autorice esa interpretación.
Papel para soprano ligera, con potencia y con capacidad para las agilidades y para realizar trinos y saberse mover por el escenario con desenvoltura.
Hemos incluido «Volta la terrea» con el Oscar que interpreta Harolyn Blackwell y que podría considerarse el epítome de este personaje. Por cierto que toda la escena podría estar sacada de una de las Operettas de Offenbach.
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